La sencillez de las grandes causas

GRACIAS INFOSUDOESTE POR LA COBERTURA DEL DÍA DE CAMPO

16.03.2021 | 20:18

No hay misterios, a veces por mucho que nos preguntemos y cuestionemos, no hay misterios. Porque lo que debería ser fácil, es fácil pero solo para aquellos que siguen al pie de la letra lo que siempre se dice que hay que hacer y pocos lo hacen. Definitivamente “hacer” es un verbo fácil de conjugar, pero no tan simple de cumplir. Por muchos juegos de palabras que uno busque, por más que uno quiera realizar un resumen extraordinario, todo se simplifica al comenzar a realizarse las preguntas y las respuestas nos llevan a un único lugar: hacer las cosas bien y que “hay que hacer”, no tiene misterios.

Por eso en esa simple conclusión, la Estancia Malele abrió sus puertas sin tapujos, esa sencilla “impunidad” que te da el creer en lo que uno hace. Y así, tranqueras adentro mostró todo. Vimos prácticamente, la totalidad de sus 4000 madres, con sus crías al pie. Producto inicial y producto final a la vista. Mostró todos sus padres, recién salidos del servicio, sin importar si estaban los buenos, los de descarte o cuales fueran y con ellos, desterró el mito de que un “pedigree” no puede ir a un campo duro. Dejó ver sus “inferiores”, las vaquillonas, futuras madres del establecimiento. Su única calle para recorrer las 12 mil hectáreas que drenan el agua de toda la provincia, fue recorrida, con sus potreros “al ras”, con sus promociones de ryegrass y hasta con sus bañados, productos de las mareas que todo lo cubren. Y con orgullo, dejó ver sus debilidades, con el esfuerzo de tener que llevar agua dulce a un campo que no la tiene. Y así, así de simple, se puede hacer todo bien, porque simplemente ese es el gran objetivo: primero hacer y después, hacer todo lo mejor que se pueda, un objetivo que a simple vista, no parece tan lejano después de lo recorrido.

Pasión y orden

La cita fue en el campo de la firma Arandú SA, ubicado en el partido de Tordillo, frente a la Bahía de Samborombón. Ante unos 150 presentes, productores, técnicos y reconocidos criadores de la raza Angus, la recorrida implicaba “ver vacas”, como único gran objetivo, pero con el telón corrido, ese que mostraba a medida que nos adentrábamos en el “núcleo” del campo, durísimos pastizales, tierras anegadas, canales salinos, potreros al ras y solamente contra el casco, festucas y promociones de ryegrass, como único contenido de calidad pastoril.

Desde el casco infinitamente prolijo, hasta los rollos de alambre desarmados en el medio de algún potrero, emanaban “orden”, ese que sorprendía por eléctricos, por caminos desmalezados, por canales limpios. Un orden que solo es posible, cuando quienes allí viven y trabajan, sienten el lugar como “en casa”. Así lo dejó ver el dueño del establecimiento Federico Vizzolini, que lejos de subirse a su propio éxito, dedicó más tiempo a elogiar sus empleados que a sus propios vientres, algo que por pasión, por raíces y por orgullo, solo es posible cuando desde la “cabeza” de una idea, está todo en orden. “Creímos en este proyecto, fuimos metiendo la genética en el campo y los resultados están a la vista, no solo por los vientres que son los que fuimos eligiendo, sino por la tremenda uniformidad de los terneros”, explicó orgulloso.

Los servicios van desde el 15/10 al 15/01 con potreros de unas 200 has y la misma carga en vacas. “Se fueron comprando toros de pedigree en los remates de Rústicos y creyendo en lo que hacen nuestros colegas, fuimos incorporando padres negros y colorados –estos más difíciles de conseguir- pero siempre bajo un fenotipo que es de nuestro gusto, más allá de los gustos particulares. Luego con los datos (genotipo) fuimos seleccionando y estamos muy contentos como se fue mostrando el resultado en los rodeos”, destacó Juan García, el asesor genético de Rústicos y Arandú.

Hablamos de buena gente? Basta verle la cara, su andar, sus formas a la hora de explicar. Todo en su decir habla del orgullo, la pasión y lo que significa tener la camiseta puesta. Es Ariel D¨Angelo, el Veterinario que hace 23 años lidera este proyecto. “Vendemos todos los terneros y la recría que si bien es un proyecto a futuro con los machos, solo la hacemos en las terneras, para lograr las futuras madres y vaquillonas que también van a venta. Están en nuestros mejores potreros y a partir del manejo, vamos llevándolas y los resultados están a la vista”, asegura delante de un extraordinario lote de vaquillonas negras y coloradas.

Mientras tanto, los caballos apostados en cada uno de los cuadros (distantes a varios kilómetros entre si), sostienen a los mismos actores, que van y vienen montando, encerrando y buscando que el rodeo no se disperse, para ser visto y admirado por todos los presentes. “Tenemos seis empleados, alguno de ellos nacidos aquí mismo”, destaca el profesional.

Demás está decir que los números sorprenden: 92% de preñez y 95% de destete, más un estado extraordinario de vacas no suplementadas, que solo conocen de manejo y pastoreo.

La recorrida? No mucho por decir y describir: vacas de tercero y cuarto parto, algunas vaquillonas de segunda parición y las que van a servicio. Más lo dicho, los toros, recientemente salidos del potrero. Simple, todo muy simple, pero extremadamente bien hecho.

El valor está en la calidad

Seguramente cuando por primera vez el equipo de Rústicos pisó Malele, lo primero que habrá querido hacer, es mostrarlo. Los motivos? Porque es genial ver que se puede. Ese es el mensaje, el mismo Sergio Amuchategui, mentor de Rústicos, repetía una y otra vez esa idea. “Queríamos que muchos de los compradores de estos terneros, vengan a ver cómo se producen, cuáles son sus madres, porqué muchas veces terneros que supuestamente vienen de provincia de Buenos Aires en tierras que uno cree extraordinarias, salen de aquí y terminan siendo los mejores novillos. No son animales sufridos, sino que tienen el concepto por el cuál nació Rústicos: son animales para cualquier campo”, resume en pocas palabras.

“Por este mismo motivo, los terneros con genética, deberían valer un 10-15% más que cualquier ternero, es así, no hay vueltas, son animales superiores y lo que uno supuestamente paga de más, se recupera rápidamente en kilos”, aseguró el mentor de Rústicos.

Entre los reconocidos criadores y cabañeros, la presencia del presidente de la Asociación Argentina de Angus, marcó sin dudas la importancia de un evento que viene dejando huella. Alfredo Gusmán, sorprendido y feliz por lo visto, resumió categorícamente el concepto de simplicidad que venimos remarcando, “vimos que en un campo con muchas limitaciones se pueden lograr resultados importantes con trabajo, manejo y genética”.

Por último, el propio Roberto Mondino, titular de la firma que martilla el remate, dijo presente no solo en la recorrida, sino a la vez en el momento de la presentación de los números de Rústicos y el agradecimiento a todos aquellos que hicieron posible esta trayectoria. “Lo veo en cada remate, cada vez que sale un lote a venta de Arandú, las manos se levantan y los lotes hacen otro precio, eso hoy quedó avalado, muchos de los aquí presentes alguna vez compraron estos terneros y cuando se vuelvan a San Luis, a Córdoba o a Mendoza, seguramente irán con la tranquilidad de haber entendido porqué depositaron su confianza en esta genética”, reflexionó Mondino.

La tarde dejó lugar a más charlas, a camaradería, a la misma pasión. Cuando llegó el momento de juntar, de desarmar y de cerrar la tranquera, quedó flotando una sola cosa en el aire: hacer las cosas como hay que hacerlas, nunca tiene misterios y en Malele la sensación que todos se llevaron fue la de entender que no hay cosa más sencilla, que hacer las cosas bien.

Carlos Bodanza – Para Infosudoeste

 

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